La Diócesis de Azcapotzalco, ubicada en la Ciudad de México, se convierte en la primera de la Iglesia Católica en el país en decretar que ya “no será obligatoria” la “presencia de padrino o madrina en la iniciación cristiana”. Además, establece que en el caso del sacramento del Matrimonio, se sustituye esta figura por la de “testigos”.