Aprendamos de los cómicos, dijo Francisco, a lograr con una sonrisa a ver la realidad con sus contradicciones, y a soñar un mudo mejor. A reunir realidades diferentes y a veces incluso opuestas. “La risa del humor nunca va ‘contra’ nadie, sino que siempre es inclusiva, proactiva, suscita apertura, simpatía, empatía”.