A los participantes en el Foro de Alpbach, el Papa envía un mensaje en el que comparte sus aprensiones ante la creciente difusión de movimientos que corren el riesgo de poner en segundo plano a los más débiles de la sociedad. «Las sociedades en Europa están llamadas a encontrar caminos y medios para reducir la polarización en su interior y permanecer abiertas al mundo que las rodea».