Tras las explosiones que tuvieron como objetivo las telecomunicaciones de Hezbolá en la Tierra de los Cedros y la decisión del ejército israelí de reforzar su presencia en el frente norte, la población vive con el temor de una extensión del conflicto. El arzobispo Charbel Abdallah, que vive desde hace casi un año con familias afectadas por la violencia, relata su experiencia.