En la 79ª Asamblea General de las Naciones Unidas, el arzobispo Gabriele Caccia, observador permanente, intervino ayer, 7 de octubre, sobre la prevención de la delincuencia, la justicia penal y el control internacional de las estupefacientes, subrayando que los ordenamientos jurídicos, además de penar a los delincuentes, deben garantizar también su reeducación y su adecuada reinserción en la sociedad. En la prevención de la tóxicodependencia, la educación es un factor clave.