Discurso del observador del Vaticano en la Asamblea General de la ONU en Nueva York: «Los efectos del cambio climático son devastadores. Los fenómenos meteorológicos extremos, como inundaciones, sequías y tormentas tropicales, son cada vez más frecuentes y graves». Los pueblos menos desarrollados, en particular, están sufriendo los efectos devastadores». En un segundo discurso, hace un llamamiento en favor de los pueblos indígenas: contra ellos formas de violencia que requieren medidas urgentes.