El intercambio de disparos entre Israel y Hezbolá no cesa. En su último ataque contra el país de los cedros, el ejército israelí alcanzó un hospital en un aluvión de incursiones que no dio ninguna oportunidad a la población, que ahora huye sin destino seguro. La milicia chií contraatacó con casi 200 cohetes. Mientras tanto, la diplomacia internacional vuelve a pedir una tregua, y la ONU en Franja denuncia: «Se niega el paso de la ayuda humanitaria».