El jesuita subsecretario del Dicasterio para la Cultura y la Educación subraya que con la última encíclica el Papa indica los valores fundamentales al mundo marcado por los conflictos y la insensibilidad: hoy domina la medida “inteligente” de la existencia, Francisco invita a redescubrir “el centro unificador que da sentido a lo que vivimos, el corazón” y a sentirse amados por Dios