El párroco de la Iglesia de la Sagrada Familia da testimonio de la gran tensión que vive la comunidad tras la orden de evacuación del ejército israelí. Firme el deseo de los cristianos de no querer salir de sus casas para no acabar “hacinados con otros dos millones de palestinos desplazados que ya no tienen nada y viven en tiendas de campaña”.