El arzobispo Caccia, representante permanente ante las Naciones Unidas en Nueva York, se dirigió a la Comisión de Mantenimiento de la Paz de la Asamblea General afirmando: «Los recientes ataques contra el personal de mantenimiento de la paz ponen en peligro la seguridad de quienes prestan servicio y socavan los esfuerzos por promover la estabilidad y proteger a las poblaciones vulnerables»