En la Conferencia de las Naciones Unidas en Bakú, Azerbaiyán, se llegó a un acuerdo que decepcionó enormemente a los Estados más desfavorecidos, que consideraron “ridícula y baja” la asignación para la transición energética y la adaptación al cambio climático. Guterres llama a los gobiernos a considerar el texto “como base para seguir construyendo”