Francisco recibe a los participantes en el Consejo de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén y dirige un pensamiento a Tierra Santa: “Han muerto tantos inocentes… Somos testigos de una tragedia en los lugares donde vivió el Señor, donde nos enseñó a amar y a perdonar”. Invita a los miembros de la Orden a formar y formarse “a una caridad universal e inclusiva”.