El Pontífice celebra la Santa Misa con ocasión de la Jornada Mundial de los Pobres, que se celebra este XXXII Domingo del Tiempo Ordinario y hace reflexionar sobre nuestra conducta: “podemos multiplicar lo que hemos recibido, haciendo de nuestra vida una ofrenda de amor para los demás, o podemos vivir bloqueados, pensando sólo en nosotros mismos, sin comprometernos”