Mientras una nueva normativa agiliza los permisos de residencia para quienes inicien un proceso de formación para el trabajo, al mismo tiempo se levanta en Algeciras un enorme Centro de Internamiento de Extranjeros sin documentación. Organizaciones civiles y de la Iglesia advierten que dicha infraestructura será una verdadera cárcel para personas que no han cometido delitos.