La experta, miembro de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores, comenta el informe anual elaborado por un grupo especial de estudio dirigido por ella: «Con la experiencia de los miembros y también basándonos en informaciones e intercambios con grupos de víctimas, hemos podido ver qué errores no se deben cometer. Y hemos puesto en marcha una nueva metodología».