En el Ángelus de la Solemnidad de la Asunción de María, Francisco dirigió un pensamiento a la población de Atenas y de las ciudades vecinas afectadas por un incendio desatado en el noreste del país, que obligó a evacuar a miles de personas: «Daños materiales y catástrofe medioambiental. Que cuenten con el apoyo de la comunidad internacional».