Con tan sólo 4 años, Emilio Madrid jugaba en su casa a “celebrar” Misa con sus peluches. Ahora, con 16, sueña con ser sacerdote y asegura haber encontrado la felicidad en el seminario de su ciudad.
Con tan sólo 4 años, Emilio Madrid jugaba en su casa a “celebrar” Misa con sus peluches. Ahora, con 16, sueña con ser sacerdote y asegura haber encontrado la felicidad en el seminario de su ciudad.