Francisco encuentra a consagrados y consagradas, laicos y laicas unidos por el carisma de San José de Calasanz, fundador de las Escuelas Pías y de la Orden de los Escolapios, en el 75 aniversario de la creación, y les invita a mantener su talento en el «cuidado del crecimiento integral de la persona», en un mundo que empuja a los jóvenes a la fragmentación de sentimientos y conocimientos y al individualismo. El Papa les pide también que insistan en las relaciones «normales» y no “virtuales”