Francisco participa en las Segundas Vísperas de la dedicación de la Basílica de Santa María la Mayor. El Pontífice, rezando ante el icono mariano de la Salus populi romani: “Aquí la gracia aparece en su concreción, despojada de todo revestimiento mitológico, mágico, espiritualista, siempre al acecho de la religión”. De cara al Jubileo: “Muchos peregrinos vendrán a esta Basílica para pedir la bendición de la Virgen. Nos hemos reunido aquí como una especie de avanzadilla”.