Poco antes de presidir la Audiencia General de esta mañana, el Papa ha saludado a una delegación de la Mezquita de Bolonia en cuyo discurso ha invitado a cristianos, judíos y musulmanes, que adoran “al Dios único”, a ser los primeros en ofrecer un testimonio de fraternidad al mundo contemporáneo. El Pontífice también ha instado a respetar la libertad religiosa: “Todo creyente debe sentirse libre de proponer -nunca imponer- su religión a otras personas, creyentes o no”.