En su audiencia a la Comisión Teológica Internacional, el Pontífice subraya que «en un mundo complejo y polarizado», el amor de Dios en Cristo enseña la verdadera fraternidad, una «tarea ética esencial». El Papa alienta a desarrollar una «teología de la sinodalidad» que implique a todos los componentes de la Iglesia y reitera su deseo de viajar a Nicea en 2025 con motivo del 1700 aniversario del Concilio.