Faro en las tinieblas de un mundo marcado por los conflictos, llamado a iluminar allí donde todo parece perdido. Este es, según Francisco, el corazón de la acción de inspiración evangélica vivida por la Fraternidad Romena recibida esta mañana en el Vaticano. A los 500 participantes en la audiencia, la invitación a llevar adelante “el sueño de un mundo fraterno y solidario”.