El portavoz del Vaticano Matteo Bruni pone al día a los periodistas en la Sala de Prensa vaticana sobre el estado de salud del Pontífice, ingresado en el hospital romano para el tratamiento de una infección de las vías respiratorias. Francisco no dirigió el Ángelus, siguiendo la indicación del personal médico de «reposo absoluto». Pero una gran multitud de fieles se congregó ante el hospital con la esperanza de una sorpresa y para rezar por la «buena recuperación» del Papa.