Con la Carta Apostólica en forma de “Motu Proprio” Ad theologiam promovendam, el Papa actualiza los Estatutos de la Pontificia Academia de Teología llamados a dialogar con otros saberes científicos, filosóficos, humanísticos y artísticos, con creyentes y no creyentes. La reflexión teológica debe hacer uso de nuevas categorías para comunicar las verdades de la fe y transmitir la enseñanza de Jesús en los lenguajes actuales, con originalidad y conciencia crítica.