En sus saludos al terminar el Ángelus, Francisco expresa su temor por la decisión de Kiev de prohibir la Iglesia ortodoxa vinculada al Patriarcado de Moscú. Su llamamiento: «Que ninguna Iglesia cristiana sea abolida directa o indirectamente».
En sus saludos al terminar el Ángelus, Francisco expresa su temor por la decisión de Kiev de prohibir la Iglesia ortodoxa vinculada al Patriarcado de Moscú. Su llamamiento: «Que ninguna Iglesia cristiana sea abolida directa o indirectamente».