En su saludo a los miembros de la Red de Filantropía Católica (Fadica), Francisco les agradeció su «apoyo silencioso» a las iniciativas de la Iglesia estadounidense. Que el «espíritu de solidaridad y de interés generoso», destinado también a las oficinas de la Santa Sede, vaya siempre acompañado del amor que «siempre transforma, cambia las cosas»