Al final del Ángelus, Francisco pidió oraciones por los países afectados por las tensiones y la violencia: Ucrania, Palestina, Israel, Líbano, Siria, Myanmar, Sudán. También hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que actúe «con firmeza» para que se respete el derecho humanitario: «No olvidemos que la guerra es siempre una derrota, siempre»