Al final de la audiencia general, Francisco vuelve a invitar a rezar por la paz y a no olvidar «la atormentada Ucrania», pero también Palestina, Israel, Myanmar y los muchos países que están en guerra. «Que el Señor nos dé la fuerza para luchar siempre por la paz», invoca. Y recuerda que mañana la Iglesia celebra a San Antonio de Padua, predicador y protector de los pobres y de los que sufren, pidiendo seguir su ejemplo, convirtiéndose en «testigos creíbles del Evangelio».