Una bomba explotó el 3 de diciembre durante la celebración de la misa en el gimnasio de la Universidad estatal de Mindanao, en Marawi, dejando cuatro muertos y unos cuarenta heridos. El atentado fue reivindicado por grupos vinculados al Estado islámico. Monseñor Edwin Angot de la Peña declaró a la Agencia Fides: “Nos han golpeado en el corazón durante el Adviento, la gente tiene miedo, pero nuestra vida de fe continúa. La cercanía del Papa es una fuente de consuelo”