Dirigida por el Arzobispo de Denver, Mons. Samuel Aquila, la procesión comenzó con una Misa en la Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción, entre la avenida Colfax y la calle Logan, donde los asistentes se alineaban en las paredes, abarrotaban los pasillos y llenaban incluso la zona del baptisterio alrededor de la pila bautismal