En su alocución antes del Ángelus, el Papa invita a encontrar tiempo para dedicar a Dios, para estar en comunión con Él y entre nosotros; no es “una pérdida de tiempo”, porque aumenta en nosotros la paz y la alegría, nos salva del sin sentido de la vida; un tiempo para estar con el Señor en la oración, en la escucha de la Palabra, en la caridad.