Conclusión del año en San Pedro con la plegaria de las Primeras Vísperas a María Santísima Madre de Dios y la tradicional oración de acción de gracias. La presidió el Papa que, recordando las exigentes obras infraestructurales emprendidas en la capital para el Jubileo, expresó su deseo que puedan crear un ambiente abierto a todos los peregrinos de la esperanza, sin distinción. Que «lo que no es humano» se transforme en deseo de fraternidad.