En la Franja, devastada por la guerra, se registra la degeneración en infecciones, a menudo mortales, de la epidermólisis bullosa. Las malas condiciones higiénicas, la pobreza y los bombardeos impiden un tratamiento adecuado. Tommaso Saltini, director general de la ONG Pro Terra Sancta: «Se ha perdido el contacto con muchos niños a los que se atendía en casa, también porque el 80% de las casas han quedado destruidas.