El Cardenal Secretario de Estado celebró en Roma la Misa en conmemoración de los millones de muertos en el genocidio llevado a cabo en Ucrania entre 1932 y 1933, con un exterminio por inanición ordenado por Stalin, refiriéndose también a “la despiadada guerra en curso” y a la enorme destrucción del país “que se teme sea aún mayor y más mortífera en los próximos meses de invierno”.