En la parroquia de la Anunciación, en Ain Erik, a las afueras de Ramala, el párroco padre Firas Abedrabbo sólo ha decorado el interior de la iglesia con el espíritu de sobriedad que exigen los líderes religiosos de Tierra Santa. Celebrará el nacimiento de Jesús con los más pequeños para ofrecer un momento de respiro en un escenario de gran dolor: “Haremos actividades que levanten un poco el ánimo, con toda sencillez”.