En su comentario al Evangelio antes de rezar el Ángelus, sobre las palabras de Jesús acera de los escribas y fariseos que “dicen y no hacen”, el Papa Francisco invitó a todos, especialmente a los que tienen responsabilidades en la sociedad o en la Iglesia, a no tener “el corazón doble” y a no preocuparse sólo “por mostrarnos impecables fuera”