En el Mensaje firmado por el cardenal Parolin, con ocasión del encuentro anual de Rímini organizado por la fundación «Meeting para la amistad entre los pueblos», Francisco invita a dirigirse a Cristo para afrontar los problemas del tiempo presente y, ante «el desafío de una paz que parece imposible», a «colaborar activamente en la misión de la Iglesia» para dar vida a «un mundo nuevo» y hacer de la Tierra un «templo de fraternidad».