En su mensaje de Navidad, el episcopado cubano habla de la dramática situación económica, la escasez de alimentos, medicina, servicios, las condiciones de presos políticos, la imposibilidad de expresar opiniones legítimas y plurales, la desesperanza: “Tenemos que crear entre todos, con responsabilidad y empeño, las posibilidades reales para que el pueblo cubano desarrolle todas sus potencialidades”.