Ya hace años que fue apartado del movimiento que fundó en los años 70 por denuncias de abusos psicológicos y sexuales, incluso a menores, y por irregularidades financieras, e incluso se le vetó el regreso a su país. Ahora, la medida del Dicasterio para la Vida Consagrada, anunciada por la Conferencia Episcopal Peruana.