Fervientes oraciones y su sentido pésame asegura el Papa a las víctimas del grave desastre natural causado por el huracán, especialmente en seis municipios de Guerrero, en el norte de México. Hasta el momento se cuentan al menos 27 personas muertas, 4 desaparecidas, decenas de heridos e ingentes daños materiales. También expresa su solicitud y cercanía a los heridos y damnificados de Acapulco y exhorta a la comunidad cristiana a colaborar en la reconstrucción de las zonas afectadas.