Es con esta interrogante que el Papa Francisco abrió su homilía este domingo, en la celebración eucarística en la plaza de Austerlitz, en Ajaccio. Recordó que las lecturas bíblicas de hoy señalan dos maneras de esperar al Mesías: la espera desconfiada y la espera gozosa. Y reflexionó sobre ellas. Dio importancia al rezo del Rosario y las cofradías como ejemplos de piedad popular.