En una sociedad que corre cada vez más rápida y que no parece permitir pausas para la reflexión, el Sínodo sobre la sinodalidad es un “buen campo de entrenamiento” para la espera. Una experiencia que muestra la importancia de tomarse el tiempo adecuado para el diálogo y la discusión. El Papa Francisco nos invita a hacer nuestra la actitud paciente del Buen Sembrador que planta con confianza las semillas en la tierra a pesar de no poder recoger los frutos inmediatamente.