El sábado 4 de mayo, en la Basílica de Santa Clara en Nápoles, se repitió el milagro de la licuefacción de la sangre de San Genaro, obispo mártir y patrono de esa ciudad italiana.
El sábado 4 de mayo, en la Basílica de Santa Clara en Nápoles, se repitió el milagro de la licuefacción de la sangre de San Genaro, obispo mártir y patrono de esa ciudad italiana.