Mons. Sipuka precisó que la tragedia de la muerte de una persona no sólo afecta al individuo, sino también a sus allegados, especialmente a sus familiares y amigos. “Matar a una persona trae dolor y miseria a mucha gente”, agregó
Mons. Sipuka precisó que la tragedia de la muerte de una persona no sólo afecta al individuo, sino también a sus allegados, especialmente a sus familiares y amigos. “Matar a una persona trae dolor y miseria a mucha gente”, agregó