Tras el motu proprio con el que el Papa Francisco pide a la Pontificia Academia de Teología que interprete proféticamente el presente, el presidente explica el alcance de los cambios: “Necesitamos una teología sapiencial. El lenguaje formalizado de la ciencia teológica no puede adaptarse a todo el pueblo: necesitamos los registros lingüísticos de la imaginación, la creatividad y el arte”.