En la jornada en que el Papa Francisco invita a dedicarla a la invocación de la reconciliación en Oriente Medio, recordamos las circunstancias en las que movilizó espiritualmente, a católicos y no católicos, a pedir el don de la fraternidad. De Siria a Sudán del Sur y al Congo; del Líbano a Afganistán, su llamamiento es no a la violencia, “una derrota para la humanidad”