¿Vale la pena la pastoral penitenciaria? En Ecuador, misioneros laicos confirman que sí
Las dificultades son muchas, desde el sólo hecho de entrar a la prisión y tratar cara a cara con los encarcelados, hasta lidiar con la actitud de los policías y guardias, para quienes la labor que desempeña Mejía junto a sus compañeros es nada más que una molestia