El presidente de la Conferencia Episcopal Italiana abre la 78ª asamblea extraordinaria de los obispos italianos en Asís hablando de la paz “que no se puede garantizar con las armas”. Un pensamiento para Ucrania, a la que se ha dedicado personalmente con la misión que le ha confiado el Papa, y Nagorno Karabaj, donde la antigua presencia cristiana corre el riesgo de desaparecer. El cardenal llama a la liberación de los rehenes de Hamás y el cese de la violencia contra los civiles en Gaza