En la sesión informativa en la Oficina de Prensa del Vaticano, el llamamiento a vivir la Asamblea sobre la sinodalidad como una oportunidad para relanzar la paz y el respeto de los derechos humanos. Conmovedor fue el testimonio de monseñor Khairallah desde un Líbano desgarrado, doloroso y franco el de monseñor Saturné desde un Haití cada vez más inseguro: «Los que deberían poner orden no han estado hasta ahora a la altura». Desde Filipinas, la historia de una Iglesia misionera.