El testigo del celo apostólico al que Francisco dedica su catequesis en la audiencia general es un santo que, nacido en Francia, “perdió la cabeza” por Jesús y eligió establecerse en el desierto del Sahara.
El testigo del celo apostólico al que Francisco dedica su catequesis en la audiencia general es un santo que, nacido en Francia, “perdió la cabeza” por Jesús y eligió establecerse en el desierto del Sahara.